La ley es a menudo compleja, por lo que cuando se enfrentan a un desafío legal, es imperativo que usted tiene un abogado con experiencia y conocimientos a su lado que puede navegar por su complejo asunto legal. Si su problema es tratar con las autoridades, hable con nosotros, no con ellos. Cada palabra que diga puede y será utilizada en su contra en un tribunal de justicia.
Un reciente caso marítimo de drogas subraya la importancia de elaborar adecuadamente una estrategia con su abogado antes de hablar con las fuerzas del orden. Los hechos, ocurridos hace sólo unos años, tuvieron un final problemático.
Simms
Los hechos del caso Simms ocurridos en mayo de 2016 son los siguientes: la Guardia Costera de Estados Unidos recibió la noticia de que un barco que se desplazaba por el Caribe transportaba cocaína y otras drogas ilegales. El buque guardacostas Hiton envió primero un helicóptero en misión de reconocimiento para determinar si podía ver lo que hacía el barco.
La misión de reconocimiento informó de que el barco tenía el casco gris y se movía muy deprisa en el agua. Tenía las luces apagadas y parecía alejarse a toda velocidad de algo. Con esta información, los guardacostas decidieron investigar más a fondo.
Poco después, los guardacostas llamaron la atención del barco y le hicieron reducir la velocidad. Los guardacostas recibieron permiso para entrar en el barco, que era una pequeña embarcación tripulada por seis hombres. Los guardacostas pidieron a los hombres que se identificaran, lo que hicieron. A continuación, los guardacostas preguntaron a los hombres si había cocaína u otras sustancias ilegales a bordo. Los hombres respondieron afirmativamente. Los guardacostas detuvieron a los hombres y los llevaron a prestar declaración jurada.
En el juicio, los hombres reconocieron que habían facilitado a los guardacostas una declaración jurada. El Tribunal de Distrito condenó entonces a los hombres a penas de prisión por transporte de sustancias ilegales con la intención de distribuirlas.
Uno de los hombres, Simms, alegó que el Tribunal de Apelación debía anular la condena, razonando que los hombres no transportaban sustancias ilegales en ese momento. En concreto, alegó que los hombres arrojaron por la borda todas las posibles sustancias ilegales, por lo que la afirmación de que el barco contenía sustancias ilegales cuando los guardacostas subieron a bordo era incorrecta.
El Tribunal de Apelación, citando las Reglas Federales de Procedimiento Civil, desestimó el argumento. El Tribunal de Apelación señaló, basándose en las Reglas, que los hombres declararon ciertos hechos bajo juramento y sin coacción. De hecho, los hombres declararon claramente que proporcionaban detalles sin tal coacción. Dado que proporcionaron declaraciones inequívocas y admisiones de culpabilidad, no hay nada nuevo que haya salido a la luz. Por lo tanto, no hay motivos para anular la sentencia y modificar el escrito de alegaciones.
Los resultados de este caso subrayan la necesidad de una sólida representación legal cuando se trata de un caso marítimo. Sólo se es culpable de un delito si se ha cometido el delito tal y como establece la ley. Un abogado con experiencia y conocimientos le ayudará a determinar una estrategia para una defensa fuerte.
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(imagen cortesía de clem-onojeghuo)