Los casos de lesiones personales pueden ser complejos. Cuando los casos de lesiones personales se entrelazan con el derecho marítimo, los implicados pueden encontrarse con algunos giros muy idiosincrásicos.
Como en la mayoría de los casos de lesiones personales, en los casos marítimos, la reclamación de un demandante contra un demandado implica negligencia. Es decir, el demandante no acusa al demandado de perjudicarle intencionadamente, sino que alega que resultó lesionado debido a que el demandado ignoró negligentemente algún tipo de riesgo o realizó negligentemente un ejercicio que perjudicó al demandante.
Para tener éxito en cualquier tipo de litigio, un demandante debe llevar al demandado adecuado a la sala del tribunal y alegar negligencia. Esto ocurre cuando un demandante presenta una demanda ante un tribunal y notifica el proceso, que es el modo en que un demandante notifica a un demandado de un posible caso y obliga al demandado a defenderse ante el tribunal. Una vez cumplidos esos trámites, el tribunal fijará un calendario para cuando las partes deban presentar la documentación y cuando puedan celebrar un juicio. Si el demandante presenta una demanda contra una parte que es improcedente, se pierde todo el caso.
Gantt contra Seadrill Americas
El reciente caso de Gantt contra Seadrill Americas, del Distrito Este de Luisiana, representa un caso marítimo en el que el demandante no presentó la demanda contra el demandado adecuado, lo que llevó al demandado a conseguir la desestimación del caso.
En ese caso, Gantt trabajaba como ayudante de gruista en un buque de petróleo y gas. Se declaró un incendio en la nave porque un filtro de aire entró en contacto con un elemento calefactor. Gantt fue uno de los primeros en acudir al incendio, que le causó lesiones.
Gantt demandó a LLOG Bluewater, entre otros, porque era responsable de obtener el arrendamiento y proporcionar el seguro del buque. En ningún momento LLOG fue propietaria del buque ni lo explotó.
A su vez, LLOG Bluewater contrató a Seadrill Deepwater. Seadrill Deepwater se encargó de obtener un buque, llevarlo a alta mar y realizar la operación de perforación. Como contratista independiente, LLOG Bluewater no tenía ningún control sobre el tipo de buque, las condiciones o cómo sería la operación de perforación. Todo eso quedaba en manos de Seadrill Deepwater.
Cuando fue nombrada como uno de los demandados en este caso, LLOG Bluewater presentó una moción de desestimación por no ser parte adecuada en la demanda. Alegó que, dado que había subcontratado el suministro del buque a un contratista independiente, no tenía ninguna obligación en relación con la seguridad del buque.
El Tribunal del Distrito Este de Luisiana dio la razón a LLOG Bluewater. Según el dictamen, LLOG Bluewater no tenía obligación de inspeccionar y registrar un buque adquirido por Seadrill Deepwater. Los mandantes no tienen esa obligación. Por lo tanto, el tribunal desestimó la demanda en lo que respecta a LLOG Bluewater.
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(imagen cortesía de Oliver Paaske)