Uno de los aspectos más difíciles del comercio internacional es la gestión de los tipos de cambio. La constante fluctuación de los tipos de cambio puede afectar considerablemente a dónde y cómo se desarrollan y cambian los mercados comerciales. Las partes que negocian acuerdos comerciales internacionales no sólo se ven afectadas por la logística de cómo se desarrollarán las rutas comerciales y cómo conseguir cartas de crédito y garantías, sino también por la forma en que las partes pueden maximizar sus beneficios ante las constantes fluctuaciones de los tipos de cambio.
Conceptos erróneos
Una idea errónea muy extendida es que los fabricantes japoneses y otros fabricantes extranjeros de automóviles que tienen una importante base de clientes en Estados Unidos construyen grandes instalaciones para fabricar automóviles en Estados Unidos con el fin de ahorrar dinero. La teoría es que ahorrarán dinero produciendo y vendiendo en Estados Unidos debido a su gran cuota de mercado, en lugar de producir el mismo producto y enviarlo al extranjero.
Es un concepto erróneo. De hecho, sería más económico crear coches en Japón u otras zonas y enviarlos a través del océano para luego venderlos en EE.UU. en lugar de pagar a una mano de obra estadounidense para producir automóviles en el país. No es tan caro enviar coches al otro lado del océano cuando se envían a granel, sobre todo en comparación con la producción del mismo producto en Estados Unidos. La razón por la que los fabricantes extranjeros tienen esas instalaciones para fabricar coches es que así pueden protegerse de las fluctuaciones de las divisas.
Pequeñas empresas
Titanes como Toyota, Honda y similares tienen la capacidad de construir grandes instalaciones en Norteamérica para fabricar sus productos. Esta configuración les permite disponer de un suministro adecuado de divisas de una serie de divisas importantes. Como resultado, están cubiertos contra el riesgo.
Las empresas medianas y pequeñas no tienen la capacidad de cubrir el riesgo de la misma manera. Una empresa puede tener un mercado en expansión en una zona diferente del mundo donde la empresa puede tener éxito, pero le preocupa la cobertura de divisas.
En tal caso, el empresario debe ponerse en contacto con un abogado que conozca el comercio marítimo y todos sus aspectos. La empresa puede querer importar un producto de un tercer país al país de destino. La empresa necesita averiguar la logística del proceso de envío. A continuación, la empresa debe obtener cartas de crédito de los bancos de ambas zonas para asegurarse contra posibles fallos en la ruta de transporte. Es imprescindible obtener asesoramiento jurídico de ambas jurisdicciones, así como un abogado que represente a la empresa y conozca los mercados.
Una vez establecidos esos acuerdos, la empresa debe decidir si es necesario protegerse contra los cambios de divisas. Aunque no puede cubrirse de la misma manera que las empresas multinacionales, hay varias estrategias que pueden beneficiar a la empresa. Por ejemplo, puede considerar un swap de divisas o una cobertura del mercado monetario. Ambas son estrategias que permiten a una empresa protegerse contra estos cambios. Hay que tener en cuenta que estas estrategias pueden resultar algo caras, por lo que es necesario realizar una evaluación para determinar si éstas u otras similares tienen sentido desde el punto de vista empresarial.
¿Involucrado en el transporte marítimo? Hable con el bufete de abogados Kolodny.
